viernes, 9 de agosto de 2013

2ª Etapa: Tielve - Fuente Dé


Invernales de Cabao
 

Km: 23 kilómetros

6-8 h.

 

La etapa de hoy es una de las más bellas del recorrido. Transcurre acompañando al río Duje que marca la separación entre el macizo oriental o de Andara y el macizo central o de los Urrieles. Dos de los tres macizos de Picos. El río Cares separa el central y el occidental o del Cornión. Por lo que respecta a los extremos, otros cursos fluviales importantes marcan el límite por el este y oeste del conjunto montañoso de Picos de Europa. Son el Deva y el Sella respectivamente.

 

La etapa de hoy ofrece la primera de las variantes de la Gran Ruta Panorámica. Es la que he bautizado Variante Cantabria y desde Sotres se dirige al mismo punto donde finalizaré yo hoy pero después de 5 días de bello caminar por tierras cántabras, con Potes, Mogrovejo, balcón de Pilatos y macizo oriental incluidos.

 


Desde Tielve los primeros pasos se encaminan por la carretera (sin mucho tráfico) hacia Sotres. Enseguida encontramos el estupendo camino (PR) por la montaña (más o menos paralelo al asfalto pero unos metros por encima) hasta el pueblo de Sotres. Si decidimos optar por la variante Cantabria, una vez en Sotres nuestra referencia es Tresviso. Si no nos decantamos por ampliar cinco días la ruta, en Sotres hemos de descender por buen sendero hasta las invernales de Cabao, junto al asfalto de la carretera que sube viene de Tielve.

 
Morra de Lechugales desde las inmediaciones de las invernales de Cabao

Las invernales, a algo más de 6 kilómetros de Tielve, son un puñado de majadas bien conservadas que se sitúan al pie del famoso collado Pandébano, una de las entradas naturales al corazón del macizo central y parajes como Bulnes por ejemplo.

 


El camino no ofrece pérdida posible. Se trata de una pista ancha y de buen firme que va ascendiendo progresivamente remontando el valle por el que fluye el río Duje. Un Paisaje agreste, desnudo. Prados y roca cuya bella monotonía es rota sólo por la tierra de la pista hacia Áliva y Espinama.

 
Majada de las Llavias. Espinama

La pista va progresando con un desnivel mantenido pero no fuerte dejando a la izquierda las moles calcáreas de Andara (con los 2.444 m. de la Morra de Lechugales como máximo exponente) y las cumbres más elevadas del macizo central escapando a la vista a la derecha.

Un par de kilómetros más arriba de Cabao se pasa junto a otras majadas, las que componen las invernales del Toro (o de Sotres). Estas casas de piedra y teja se encuentran en la confluencia con el valle de las Moñetas.

 
Chalet Real al pie de Peña Vieja

Cuando el valle del Duje comienza a abrirse encontramos una bifurcación de la pista, a la derecha nos lleva directamente pasando por las minas de Áliva (buena zona para ver rebecos), donde hasta los años noventa se realizaba actividad, hacia el Chalet Real, el hotel de Áliva y la estación superior del teleférico de Fuente Dé. Sigo de frente en dirección a Espinama por los puertos de Áliva. Antes dejo a la derecha la curiosa ermita de la Santuca de Aliva. Sola en un escenario magnífico de alta montaña. La elección de este camino no me priva de las envidiables panorámicas del chalet real con el telón de fondo de Peña Vieja (2613 m. de altitud), una de las cumbres más altas de Picos. La niebla, tan frecuente en estos parajes, le da el toque mágico al conjunto.

 

El final de la subida se adivina ya muy cercano. Un poco antes se une por la izquierda el camino que viene del precioso e histórico pueblo de Mogrovejo (conjunto histórico-artístico) y por el que deberían aparecer mis piernas cinco días después en el caso de tomar la Variante Cantabria.

 

Llego al collado en el que de pronto se abre la vista hacia el valle lebaniego Valdebaro, con las casas de la majada de las Llavias junto a la pista. Llama la atención las laderas cubiertas de bosque, inusual hasta el momento en la ruta.

 
Circo de Fuente Dé.

La pista baja con celeridad y buen firme hacia Espinama pero en mi caso me adentro en el bosque a través de uno de los senderos señalizados hace poco por el parque nacional, el que conduce directamente hasta Fuente Dé. Antiguamente lo habitual era bajar a Espinama y subir por la carretera los 3 últimos kilómetros hasta Fuente Dé. Este sendero (bien señalizado) permite hacerlo de forma más natural, corta y en contacto directo con el bosque.

El final no puede ser más espectacular, al pie del anfiteatro rocoso de Fuente Dé. Un paredón de casi 1.000 metros cuya verticalidad me empañaba en parte la niebla aquel día pero que he tenido la fortuna de ver despejado tantas y tantas veces. A la mañana siguiente, sin ri más lejos. Una de las postales por excelencia de Picos de Europa y probablemente el lugar más fotografiado de las montañas cántabras. Con 23 kilómetros en las piernas y un final así, no puedo descansar mejor.

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