martes, 31 de enero de 2012

Erg Chebbi, el desierto de arena

3ª etapa: Erfoud-Erg Chebbi
Las dunas de Erg Chebbi se levantan de pronto sobre el horizonte marroquí.

La 3ª etapa en Marruecos ya me coloca en el corazón de las arenas. Es el Erg Chebbi y sin duda representa una de las atracciones naturales que he venido buscando. Probablemente la más exótica, pero no la única. No obstante las dunas de este pedacito de las estribaciones noroccidentales del gran desierto del Sahara atraen y cautivan como un enorme imán. Son en la mayoría de los casos destino y objetivo final para muchos visitantes.
Los dromedarios aguardan la llegada del visitante para recorrer las dunas por 20-30 euros.

Me he levantado temprano en Erfoud (Arfoud) y en apenas media hora se accede en Rissani, última población en la que aprovisionarse de lo que se pueda necesitar antes de adentrarse en la naturaleza arenosa del Erg Chebbi. Una hora más de camino y se llega al pie de las dunas que se levantan de pronto rompiendo la horizontalidad del paisaje. Existe un segundo mar de arena habitual en Marruecos (Erg Cheggaga, en Mhamid, al sur de Zagora). Este de Erg Chebbi se sitúa en paralelo a la carretera que conduce desde Rissani a Merzouga.
Hay vida animal y vegetal incluso en el desierto

Al poco de salir de Rissani –primera ciudad imperial de Marruecos y cuna de la dinastía Alaouita- se llega a un cruce repleto de carteles (WP.GR.7.6) en el que abandonamos el asfalto para circular 14 kilómetros por arena compacta (sólo 4x4 y con dificultad caravanas) hasta las inmediaciones del albergue Yasmina (WP.GR.7.7), junto al pequeño lago homónimo. La pista no ofrece pérdida y se encuentra balizada con piedras blancas y amarillas. Al acercarnos se va abriendo antes mis ojos un sinuoso perfil de arena, dunas y más dunas se desparraman sobre las laderas de la que es la duna más alta de Marruecos, la Gran Duna de erg Chebbi, con 200 metros de altura. Fantástica.

Vista desde el mirador junto al río de arena.


Como a quien madruga Dios le ayuda…, tengo todo el día por delante para disfrutar de las dunas. Así que sin dudarlo decido bordear el erg por el llamado río de arena que delimita muy bien el vasto perímetro de las dunas. Me abro paso por este cinturón de arena con mucha precaución para no quedar varado en tan blanda superficie (es necesario pericia y bajar la presión de los neumáticos) hasta el mirador que se sitúa al sureste de las dunas. El mirador está en lo alto de una pequeña colina a la izquierda del río de arena (WP.GR.7.8). Desde aquí arriba las panorámicas sobre el erg Chebbi no pueden ser mejores. Se aprecia a la perfección el límite de la vegetación arbustiva y arbórea, aunque como comprobaré más tarde en el corazón del desierto también crecen pequeñas hierbas y deambulan no pocos seres vivos. Hace tiempo que se han acercado algunos bereberes a nosotros. Se mueven en moto por la arena como Pedro por su casa. No paséis por alto la posibilidad de que os guíen hasta el mirador.
Cae la tarde sobre el campamento en las dunas. ¡¡ un lujazo en pleno desierto!!

De regreso por las roderas del río de arena hacemos una breve incursión al vecino oasis de Tiserdmine. Entre las palmeras datileras es un buen contacto con la población local, sus construcciones de adobe, haimas y dromedarios.

El resto de la tarde lo dedicamos disfrutar de las haimas instaladas entre las dunas; es nuestro espectacular campamento en el desierto. Al calor de la hoguera del campamento bajo un cielo en el que no caben más estrellas, repasamos los buenos momentos vividos en la etapa de hoy y nos resistimos a que el día acabe. La noche es mágica en el desierto. Me alejo unos metros de las tiendas para quedar en la oscuridad más absoluta. Hace frío. Me abrocho bien el forro polar y me tumbo sobre la arena. Miro hacia arriba y mis ojos empiezan a descubrir poco a poco diferentes planos de estrellas en el cielo más imponente que he visto nunca. Si el firmamento es infinito, nada mejor que este lugar para comprobarlo.



Lista de Way Points GPS de la Gran Ruta 7:
WP.GR.7.6:  30 R392869 E3455184
WP.GR.7.7:  30 R405832 E3453698
WP.GR.7.8:  30 R406076 E3436208

domingo, 22 de enero de 2012

Primeros paisajes desérticos en el Plateu de Rekkam

2ª Etapa: Midelt-Erfoud (Arfoud): 350 km.
Plateu de Rekkam

Uno de los meandros del río Ziz.

Después de una primera jornada kilométrica, en la que los paisajes más bellos se recorren de noche, puedo decir que las primeras luces de la mañana traen a mis ojos un paisaje desértico, vacío. Desde luego no tan verde ni mediterráneo. Es una visión que poco a poco se corresponde más con los paisajes marroquíes que vengo buscando y que en pocas horas encontraré.

Lo primero que hay que hacer es llenar el depósito de combustible hasta arriba y nada mejor (tampoco hay muchas más opciones…) que la gasolinera que está junto al hotel Kasbah Asmaà.

Atravesando el plateu de Rekkam.


La primera parte del recorrido, entre Midelt y Er Rachidia transcurre por la carretera N-13 (139 km.) que transita junto al río Ziz. Empieza el contacto con las bellas panorámicas que no me abandonarán hasta el regreso a casa. Estamos en el alto Atlas, pero el paisaje no es el de la alta montaña sino el de las hamadas, es decir, mesetas y planicies en las que abundan elementos volcánicos. Es un paisaje geológico, de roca y estratos. Un buen ejemplo de sinclinales y anticlinales a los que el río se amolda describiendo grandes meandros. Dieferentes puntos panorámicos permiten detener el vehículo y disfrutarlos.

Dromedarios y cabras serán compañeros habituales en próximas etapas.

En Er Rachidia parada para comer y tomar un buen te en un magnífico Riad (WP.GR.7.3). Hay diferentes opciones.


El programa de la tarde cambia en función del vehículo con el que se acometa esta Gran Vuelta a Marruecos. Primera variante. Si llevamos un turismo o una autocaravana, se ha de seguir sin más remedio por la carretera hacia el sur, hasta Erfoud (210 km.). Si disponemos de un 4x4, como es mi caso, y la preparación previa del trazado, disfrutaremos del primer contacto con la aventura recorriendo las hamadas de las estribaciones del Plateu de Rekkam (meseta de Rekkam) por las pistas (WP.GR.7.4) por las que hace unos años pasaban a toda velocidad los vehículos del rally. Mucha piedra suelta, arena y sobre todo una sucesión de “tole ondulee” que son unas rizaduras que se forman en el suelo de la pista por acción del viento y del paso de los vehículos. Verdaderos “machacaamortiguadores”. Para que os hagáis una idea es como si el suelo estuviera formado por planchas de Uralita. Será preciso abandonar la pista en muchas ocasiones para evitar los tramos peores y circular en paralelo por terrenos “mejores”.

Población junto al río Ziz.

Una caravana de vehículos atraviesa una de las hamadas.

Al caer la tarde nos cruzamos con alguna manada de cabras y dromedarios. Una de ellas superaba con creces los dos centenares de dromedarios. Esto es 4x4 en Marruecos. Delicioso. Un par de pinchazos después y ya de noche la comodidad del hotel Xaluca en Erfoud (Arfoud; WP.GR.7.5) recibe nuestras espaldas molidas.

Lista de Way Points GPS Gran Ruta 7:
WP.GR.7.3:  30 R362433 E3532147
WP.GR.7.4:  30 R383831 E3528466
WP.GR.7.5:  30 R384718 E3484255

La flora ha de adapatarse a las duras condiciones de xericidad del desierto.


 

lunes, 2 de enero de 2012

Toma de contacto rumbo al Atlas Medio

1ª etapa. Tánger-Meknès-Midelt. 900 kilómetros
Abandonamos Tarifa. nos despide el faro de isla Paloma.


Desde la cubierta del barco dejamos atrás la costa española y en menos de una hora de navegación se llega al continente africano. El barco se antoja indispensable si queremos llevar nuestro vehículo, como así es, para realizar este gran viaje por Marruecos. En las tripas de estos modernos barcos cabe de todo. El todoterreno parece insignificante al lado de caravanas, camiones y autobuses. Hay varias compañías que cruzan el Estrecho de Gibraltar y comunican varias veces al día España y Marruecos bien mediante la línea Tarifa-Tánger o bien mediante la línea Algeciras-Ceuta, las dos más habituales. Para la realización de este recorrido se puede optar por una combinación de ambas, entrando por Tánger y saliendo por Ceuta o al revés, como explicaré más adelante. Podéis ir con FRS, con Balearia, Acciona Trasmediterránea. Un pasajero cuesta unos 65 euros i/v y con vehículo unos 220 euros conductor y vehículo (hasta 2,10 m. de altura o bien por longitud del vehículo según compañía). 


En la línea Tarifa-Tánger el control de pasaportes se realiza en el mismo barco, así que nada más zarpar, lo mejor es ponerse a en la fila para sellarlo. Una vez en tierra, se pasa el control técnico del vehículo (carta verde) y equipajes. Paciencia. Entre una cosa y otra lo normal son 2 horitas. Superados los trámites aduaneros la verja se abre para comenzar a recorrer las calles de Tánger. Los primeros metros nada tienen que ver con la circulación en tierras españolas. A pesar de la existencia de semáforos, señales y agentes de tráfico… todo vale. La primera vez costará un tiempo adaptarse a la forma de conducir. Ya somos perros viejos en las artes circulatorias así que en menos de quince minutos dejamos atrás la ciudad de Tánger. La primera vez no recuerdo el número de vueltas que di a la primera rotonda antes de poder salir del embrollo… pero he de confesar que superado el espanto inicial, me encanta el ambientillo del tráfico marroquí.

Primeras panorámicas de la costa de Marruecos desde el Estrecho de Gibraltar.

La primera etapa consiste en devorar kilómetros en busca del medio Atlas. Muchos kilómetros. Buena parte del día por autopista. Los primeros 250 kilómetros entre Tánger y Rabat por la A1 ofrecen un paisaje mediterráneo con algunos tramos interesantes, el primero al poco de salir de Tánger cuando la carretera se abre paso a un lado y al otro de una gran zona húmeda entre los ríos Mnarhar y Hachef. Desde la ventanilla del coche se observan grupos de flamencos, y un buen número de garzas de diferentes especies y cigüeñas blancas. También la presencia de dromedarios en algunas zonas no encharcadas. Destacan en este tramo los bosques y dehesas de encinas y alcornoques, alguno señalizado como espacio natural protegido. Si el invierno está siendo lluvioso, el paisaje es verde y húmedo.

Al sur de Larache de nuevo una zona interesante como es la Reserva de Chasse y la laguna salada Merja Zerga (WP.GR.7.1).

En invierno el paisaje es verde y lleno de agua. Bosque mediterráneo.


En Tánger se deja la A1 y se toma la A2 hacia Fez. 300 kilómetros después de dejar atrás Tánger se llega a Mèknes (antes de Fez) por la autopista. En total algo más de 6 horas de conducción (640 km.). Como hemos embarcado en el primer barco de la mañana al llegar a Mèknes hace tiempo que ya es hora de comer. A por ello. Cae el primer couscous del viaje.


Aprovechamos la entrada de la tarde para ver esta preciosa ciudad imperial, sabedores de que los kilómetros que quedan por delante se harán de noche. Así que antes de quedarnos sin luz, aprovechamos para empaparnos un poco de Meknès y estirar las piernas por la medina.


 
El Atlas Medio

De nuevo en ruta nos metemos en carretera nacional (N-13). Ya no volveremos a tocar autopista hasta mediada esta Gran Ruta, a orillas del Atlántico. Conducir por una carretera nacional marroquí es toda una aventura. Como bien explica mi buen amigo Julio, veterano en esto de conducir en Marruecos. Constan de tres carriles: uno en cada sentido y “el del medio”. ¡La de veces que hay que circular por el arcén para dejar paso a otro vehículo por nuestro teórico carril! Ya comprobaréis que llegados a este punto el que viene de frente no tiene la más mínima intención de apartarse. Al final del día, por muy novato que se sea, uno ya se ha acostumbrado a esta peculiar forma de circular. Pero claro, si en plena autopista tuvimos que detener nuestra marcha para dejar pasar unas ovejas que se habían adueñado de la calzada… ¡me encanta!



Hace rato que es noche cerrada y las montañas por las que circulamos no se ven pero se intuyen. Por el número de curvas que han de adaptarse al terreno y por los perfiles que se adivinan con la luz tenue de la luna. Una luna fina, en cuarto creciente, una luna mora. Estamos atravesando el Medio Atlas y antes de llegar a Azrou (68 km. desde Meknès) se cruza el parque nacional d’Ifrane. En este caso lo que se intuye es el bosque de cedros. Algunos enormes ejemplares se iluminan con los focos del coche al circular e imaginamos cómo debe ser el bosque. La cosa promete. Hoy no lo comprobaremos pero el regreso, por este mismo camino, lo haremos con luz. Con tiempo para bajar del coche, pasear y buscar los macacos de Berbería, los llamados monos del Atlas.

De Azrou a Midelt cubrimos los últimos 190 kilómetros de carretera nacional para completar una etapa larga, de 10 horas al volante. 900 kilómetros.

El hotel Kasbah Asmaà (WP.GR.7.2) es sencillo pero bien situado al pie de la carretera en la salida de Midelt, junto a una gasolinera y en el lugar exacto para levantarnos al día siguiente con tiempo para disfrutar de una deliciosa segunda etapa, que ya ofrece el primer contacto con las pistas de tierra. Hotel estratégico, que se dice.

Lista de Way Points GPS Gran Ruta 7:
WP.GR.7.1:  29 S748863 E3859910
WP.GR.7.2:  30 S339361 E3617292