martes, 9 de febrero de 2016

7º día. Adiós Kanha

Martín pescador indio

Última mañana en Kanha, último safari por el interior de este fantástico parque nacional en busca del Tigre. Kanha era uno de los puntos fuertes del viaje, uno de los lugares dentro de esta gran ruta donde tenía más posibilidades de ver al gran tigre, y cumplió. Cumplió Kanha y cumplió el tigre, que se dejó ver caminando por uno de los senderos que habitualmente emplea en el deambular diario por su territorio. Gracias a esa preciosa tigresa por el momentazo que me dedicó. Y gracias por supuesto también a esa pareja de dholes no sólo por dejarse ver sino por permitirme contemplarlos en plena acción de caza. Algo que pocos privilegiados han visto.
Último safari por Kanha y sus árboles de sal

La mañana la pasé dentro del parque, disfrutando una vez más de sus escenarios  “kiplingnianos”, de los enormes bisontes indios, de los sambares y chitales, de los gritos de los langures,  etc. Pero es el día en que he de regresar a Delhi, así que al final de la mañana salgo del parque para dar  un último  paseo por sus alrededores y disfrutar de la infinidad de aves que lo habitan. A diferencia de España aquí, como en África y otros muchos lugares, las aves se dejan ver casi a cualquier hora. Así que nos dirigimos al río Banjar (en Mocha, donde está el lodge) para dar un paseo en busca  de pájaros. Desde un ibis negro posado en una gran rama hasta un varias especies de martín pescador, pasando por robins de diferentes especies, carracas, etc. salen a despedirme.

Birdwatching en el río Banjar, cerca de Mocha

Tras comer algo, me dirijo a Jabalpur. Casi 4 horas de carretera hasta llegar al aeropuerto de Jabalpur, que me espera con su diminuta terminal y pista de tierra.

Me hubiera gustado una breve parada en las cataratas Dhuandhar, de camino al aeropuerto, pero requiere de un desvío de un par de horas para disfrutar como merece de estas bellas cataratas formadas por varios saltos de agua de unos 10 metros de altura en el río Narmada. En esta ocasión paso por alto el desvío y me dirijo directamente al aeropuerto.

A última hora de la tarde, con algo de retraso, el avión despega rumbo a Delhi con un montón de buenos recuerdos a bordo.  

martes, 2 de febrero de 2016

6º día. Shere Khan. Día completo en Kanha


Los safaris en Kanha se rigen también por los horarios habituales en esto de los safaris fotográficos. Es decir, al amanecer y al atardecer. Los mejores momentos  para ver la vida animal, que es mucha. En India hace calor, mucho calor, sobre todo entre mayo y septiembre, más concretamente hasta que las lluvias del Monzón refrescan el ambiente y descienden los termómetros que pasan con creces de los 40 grados centígrados. De hecho el parque nacional permanece cerrado en verano hasta el 15 de octubre.
Hermbras de chital
Pavo real, el ave nacional de India

Kanha es uno de los parques más bonitos del país y bien vale la pena dedicarle tiempo. Está dividido en sectores y el área donde realizar el safari dependerá del sector  donde el gobierno indio haya concedido el permiso para el safari de tigres. En este caso me muevo por la parte norte, por el sector Kanha. Abandono todavía de noche el lodge para encontrarme como el día anterior las nieblas de primera hora. Es un momento mágico y se palpa en el ambiente que en cualquier instante uno puedo toparse con algo importante: un leopardo, una hiena, un perro salvaje (ya sería mucha suerte repetir), un oso bezudo, etc. y por supuesto, el gran señor de Kanha, el tigre. En Kanha vive la mayor población de tigres del Madhya Pradesh, alrededor de un centenar. Hasta ahí bien, muy bien. Ahora el problema es encontrar alguno en sus más de 2.000 kilómetros de extensión. No queda más remedio que armarse de paciencia de peinar las pistas con el todoterreno. Aquí te cuento cómo se organizan los 4x4 para localizar los tigres. Y en esas estábamos cuando nos topamos  con una preciosa tigresa caminando por una de las pistas. Sublime, señorial, sus andares felinos dejaban claro quién mandaba allí. La selva se revolucionaba a su paso, aves y langures dejaban claro a los chitales con su alarm call que Sir Khan (bueno  en este caso imagino sería su novia) anda por la zona. Langures y chitales, siempre fieles. La seguimos a distancia prudencial para no molestarla durante un buen rato. Ella caminaba tranquila, dominante por su pista, por su casa, era el sendero del tigre. Tras un rato, se perdió entre el bambú.
Termitero


Aprovechando que dispongo del día completo en el parque llevo picnic para para en alguna de las zonas indicadas a comer y no perder tiempo en salir y volver a entrar. Busco una sombra  para comer y allí me instalo, bajo la atenta mirada de una carraca india. Así puedo además recorrer mayor variedad de ecosistemas dentro de este completo espacio protegido. Bosques de sal y bambú, lagunas, zonas abiertas, ríos y arroyos, etc. 
Sambares bebiendo, siempre alerta.

Visto el tigre uno parece tener la sensación de que la misión del día está cumplida (aunque siempre quieres más). Ahora los ojos se abren sin prisa para el resto de animales de la selva, para los pequeños detalles. Aves, ardillas de tres y cinco bandas, una familia de sambares bebiendo en el río, un pequeño grupo de jabalíes, un termitero aquí y allá… La cara de felicidad con la que regreso al lodge es máxima.