La verdad es que no quiero imaginarme de soldado romano subiendo estas
laderas con no se con cuantos kilos de peso de armadura… la etapa del Caoru no
es una de las más largas, ni mucho menos, pero si salva un desnivel importante.
Es por este motivo por el que al ser la primera del recorrido propongo
concluirla en Tielve y no prolongarla hasta Sotres, aunque si prefieres
prolongarla, no es mala opción. Como primer día creo que los casi 1.100 metros de
desnivel positivo (subida) y 500 negativo (bajada) son suficientes. La ruta
suele realizarse al contrario, de Tielve a Arenas, pero no procede en el
sentido de la marcha que esta jornada comienza.
Arenas de Cabrales (Las Arenas) es una localidad con todas las
necesidades comodidades en cuanto alojamiento y servicios. Aunque más pequeña,
también Tielve. Los primeros pasos de la ruta se encaminan en dirección a
Poncebos por la carretera que lleva hasta la garganta del Cares. Pasada la
Cueva Museo del Queso de Cabrales, encontraréis a la izquierda de la carretera,
bien señalizado, el camino de la calzada romana de Caoru.
Desde este punto la ruta sube de forma permanente primero entre
castaños y luego por terreno abierto a lo largo de casi 9 kilómetros hasta el
Collado Pasadoiro (1.200 m .
de altitud). Es una subida tendida (la mayor dureza en los seis primeros), con
vistas a la garganta del Cares en su primera parte y poco a poco a las cimas
calcáreas de Picos. El contacto con las losas empedradas de la calzada se tiene
periódicamente. En algunos lugares ésta describe lazadas imposibles para
amoldarse al terreno.
Se superan un par de collados (Castiello
y Pellitero) antes de arribar al Pasadoiro. Desde el collado Castiello se
tiene una buena visión hacia el norte, hacia el pueblo de Arenas, y la sierra
del Cuera. En el tramo entre el collado Pellitero, donde las cumbres se abren
de pronto y parecen poder tocarse con la mano, y el collado Pasadoiro el
desnivel se suaviza notablemente. Al llegar a Pellitero, lo peor de la subida
ya ha pasado y la pendiente casi desaparece. Se observa Peña maí en primer
término y tras ella las cimas del macizo central (aunque llegan a verse los
tres). Abajo el río Duje. Por el camino se atraviesan majadas (Tambrín, Umardo
y por último Tordín) en un ambiente
solitario de pastos y ganadería típica de Picos.
Desde el collado Pasadoiro
restan 2 kilómetros
de vertical descenso, ya dentro de los límites del Parque Nacional Picos de
Europa. En apenas 2.000
metros de recorrido se salvan 500 de desnivel. El mejor
tramo de la calzada lo encontrarás al poco de iniciar la bajada hacia Tielve.
Con las piernas fatigadas y en pronunciada bajada, sólo resta atravesar la majada Valfrío y encontrar las primeras
casas de Tielve.
De los 12
kilómetros de recorrido, que está señalizado como
PR-AS-127 (seguir las señales blancas y amarillas) algo más de la mitad
transcurre por calzada romana y 5,5 por senda.
Cuando realicé esta etapa una extraña nube lenticular quedó colgada un
buen rato en el cielo. No se si a modo de faro guía. En cualquier caso lo tomé
como una señal de buen augurio para esta Gran Ruta Panorámica Circular. Muy
pronto, entró una niebla feroz que me impidió sacar fotos. Ni buenas, ni malas. Esto
me recordó que el tiempo en Picos cambia rápidamente. Siempre hay que llevar
ropa de abrigo y agua, aunque de pronto la niebla desaparezca y luzca un sol
envidiable… Esta etapa no es pues la más lucida fotográficamente (sorry), pero
afortunadamente la cosa fue a mejor.
La primera etapa de la ruta supone un contacto directo con el ambiente
de Picos que tan familiar nos será en los próximos días. Cabañas para el ganado
(majadas), praderas de montaña, roca, bosques… y aldeas de ensueño enclavadas
en lugares mágicos. Proporciona también el contacto con el pasado histórico de
la zona. En esta ocasión con la calzada romana que el Imperio construyó cruzando
la sierra de Portudera para tratar en vano de conquistar a los astures. Gracias
Pelayo.
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