martes, 13 de septiembre de 2011

Jiuzhaigou, el valle de mis sueños (I)

5º Día. Parque nacional Jiuzhaigou. Sector occidental.
Five-flower lake.
Amanecer ya en el parque nacional Jiuzhaigou es un acierto. Sobre todo porque ya estoy a pie de parque, con todo el día por delante y con las fuerzas renovadas para visitar el lugar que a priori más me seducía de mi Gran Ruta por la China Salvaje. Una vez visitado puedo confesaros que será difícil volver a ver en mi vida un lugar tan bello. Lo tiene todo para dar en el centro de mi diana de los gustos paisajísticos: montaña y lagos.

Los troncos se descomponen bajo el agua en su proceso natural. 

En el parque nacional no está permitida la entrada con vehículos privados, así que hoy no toca coche. Si toca vehículo, los buses que permanentemente están subiendo y bajando por los valles de este espacio natural protegido chino. Los buses son gratuitos una vez se ha entrado en el parque nacional y es una flota inmensa que hace que esté en el rincón que esté de Jiuzhaigou, no tenga que esperar ni cinco minutos antes de que pase un autobús. La utilización del bus es necesaria a modo de logística pero está claro que la naturaleza se descubre caminando y eso es lo que he venido a hacer al valle de Jiuzhaigou. El valle tiene forma de “Y” con orientación norte-sur, con tres valles de similares longitudes (sobre 15-18 kilómetros cada uno). Es imposible caminarlos en una sola jornada y menos de ida y vuelta dado el carácter lineal (no circular) de los recorridos.
Colores imposibles. 0% Photoshop.

El parque cuenta con un buen número de cascadas.

De la misma forma que Huanglong se va –fundamentalmente- a ver pozas o piscinas naturales multicolores, a Jiuzhaigou se va sobre todo a ver lagos. Y los desde luego los hay. 118 para ser exactos. Para todos los gustos y sobre todo, de todos los colores. El principal atractivo de estás láminas de agua es la policromía. Cada uno es diferente y todos espectaculares. El entorno de cascadas, bosques y picos que de nuevo superan los 4.000 metros de altitud es sublime. Viniendo de Huanglong la altitud se nota menos –pues la zona visitable del parque está más bajo, entre 2.200-3.000 metros de altitud-. Los buses se antojan necesarios para ir hasta la parte alta del valle elegido y luego bajar caminando por los senderos. El acondicionamiento de los senderos es perfecto, en cuanto a estado, señalización, mantenimiento y limpieza. Parece mentira que por aquí pasen a diario varios miles de personas…

Cascada en Pearl Shoals.

Las sendas tienen por objeto recorrer los lagos de forma que los van circunvalando unas veces por una orilla, otras veces por otra… nada escapa al detalle de los ojos del visitante que como yo, seguro queda embelesado por la flora (las especies están identificadas con el pertinente cartelito), y la fauna (aquí viven osos pandas gigantes, osos panda rojos, leopardos, lobos, osos, linces asiáticos, monos dorados de Sichuan, ciervos, etc.). Muy difícil observarla (debido entre otras cosas al volumen de gente que visita los senderos) pero ya sólo la contemplación de este paisaje de ensueño bien merece la visita. Además de lagos el valle acoge 9 aldeas tibetanas (traducción del nombre del valle).

Five-flower lake.

En mi caso dediqué un par de jornadas a visitar el parque nacional. Una para el valle de la derecha (sector occidental) y otra para el valle de la izquierda (el que sube a mayor altitud; sector oriental) y el central. En el nudo de esa Y existe una zona de uso público con restaurante y digamos… el intercambiador principal de buses (tourist center).


Flor de rododendro

Os recomiendo madrugar para evitar las horas de mayor masificación, aumentando no sólo la probabilidad de observar fauna salvaje sino que en muchos lagos –como el lago del espejo- sólo a primera hora se disfruta con toda la belleza. A medida que el día avanza se suele levantar una suave brisa que mueve ligeramente la lámina de agua y en algunas ocasiones se pierde la total transparencia o reflejo (según el lago) de las aguas.

Panda lake.
Dadas las dimensiones del parque nacional es preciso dedicar al menos dos jornadas completas, así que prefiero dedicar un par de post a este parque. El primero de los recorridos es el del valle de la derecha (Sector occidental):

1º Día. Entrada del parque – restaurante central (tourist centre)- Virgin forest. Allí (en el tourist center) os bajáis y tomáis el bus que se adentra por el valle de la izquierda hasta el paraje conocido como The virgin forest (el bosque virgen). Os podéis imaginar lo que encontraréis en este bosque excepcional al pie del monte Ganzigongaii (4.558 m.) si está así bautizado: Bosque primigenio de coníferas y píceas. El bosque se recorre en aproximadamente una hora de ruta circular a pie. De regreso al bus nos bajamos en el regreso en la parada del lago Bamboo y proseguimos a pie por el citado lago, la cascada Arrow, Panda lake, Peacock Riverbed, Pearl Shoals (con cascadas), y el lago del Espejo. Con esto es suficiente para llenar el día. No por la distancia ni por la dureza sino porque pararéis –como le ocurrió a un servidor… y a todo el que tenga un mínimo de sensibilidad en las pupilas- cada pocos metros a disfrutar de estos lagos de colores increíbles. A parte del reflejo de las montañas en el Mirror lake, os cautivará especialmente la cabecera del Panda lake y el lago de las Cinco flores (Five-flower lake), probablemente el más espectacular de los 118 lagos. Este recorrido termina en el Tourist Center así que podéis tomar allí el bus de regreso a la entrada del parque nacional.

Todos los senderos transcurren por pasarelas perfectamente acondicionadas.

El marco de alta montaña, con picos de 4.500 metros, envuelve a los 118 lagos.




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