miércoles, 14 de julio de 2010


Y para abrir boca… ¡la etapa más dura!
1ªetapa. Saint-Jean-Pied-de-Port – Roncesvalles
24,9 km.

El día ha amanecido de hayedo, es decir, envuelto en una niebla curiosa y con un ambiente más fresco que en días anteriores. Una maravilla cuando de lo que se trata es de acometer un desnivel importante (1.200 metros positivos) y de transitar por frondosos hayedos, que con las ramas cubiertas de hojas sumen en la casi total oscuridad el interior del bosque. Un ambiente mágico sin duda. Y agradable.

Comienzo tras el día después futbolístico; no todos los días se empieza una ruta como campeones del mundo. Y eso se respira y de qué manera también en un recorrido como el Camino de Santiago. En uno de los últimos post comentaba sobre los rasgos comunes en la indumentaria tradicional de los peregrinos; a saber: sombrero, mochila, bastones,… con lo que no contaba en ese momento es con la bandera de España. Cuesta encontrar alguien que no lleve nada alusivo a La Roja (una bufanda atada a la mochila, una pequeña bandera, la camiseta de la selección nacional o incluso hacer la etapa (no se cuantas aguantará así) envuelto en una enorme bandera nacional. Por cierto abundan las del toro.



Ya estoy en marcha y para qué engañarnos ha sido una etapa dura, pero tan dura como bonita. 100% Pirenaica. Una buena muestra del relieve característico de ambas vertientes de la cordillera con mayor verticalidad en la parte francesa, la que nos toca subir.
Vale la pena madrugar, no sólo para evitar las horas centrales del día en plena subida, sino por dar un pequeño paseo por las adoquinadas calles intramuros de la localidad francesa en la que se inicia el Camino. En Saint-Jean-Pied-de-Port se unen la mayoría de vías europeas a Santiago para continuar en una sola por el llamado Camino Francés hasta la plaza del Obradoiro.
En este puñado de apretadas calles en torno al río y la Rue de la Ciutadelle abundan las tiendas en las que aprovisionarse de todo (ojo con no cargar mucho ante la etapa que se avecina), los restaurantes y las cafeterías en las que desayunar por qué no un buen croissant antes de iniciar las rampas del puerto a cuyo pie se encuentra. Yo lo hice en la terraza del Café de Navarre.
Justo frente a la iglesia hay una farmacia (por aquello de tratamientos preventivos para las ampollas, etc.) … y una fuente donde llenar bien las cantimploras para la subida.

Esta población medieval, de bonitas casas en rojo y blanco (foto desde el puente en la iglesia), se localiza en realidad al pie de muchos puertos de montaña pero sobretodo del de Ibañeta, por donde pasa la variante del recorrido que va junto al asfalto. Hay mucho tráfico así que lo mejor –también lo más duro- es comenzar a subir en dirección al collado Bentantea y collado Lepoeder. La variante que sube por carretera por Valcarlos es la opción más recomendada en cambio con nieve.

Saint-Jean-Pied-de-Port cuenta con seis albergues para el peregrino, uno municipal (refuge Communale) en la mencionada rue –posee credenciales 2 €- y cinco privados –dos también en la misma rue de la Ciutadelle (L’Esprit du Chemin, refuge Sur le Chemin-Au chant du coque), otro en la rue du Trinquet (refuge Esponda), un quinto en la route de Bayone (Mme. Etchegoin) y el otro (Le Chemin vers l’Etolie) en la Rue de Espagne (en la foto). Por lo demás posee mucha infraestructura hotelera para todos los bolsillos y gîtes (casas de turismo rural).
Para llegar hasta aquí funciona muy bien el servicio de taxi monovolumen desde Roncesvalles (tfno: 670 61 61 90), Espinal, Valcarlos y Mezkiritz.



Empieza el Camino
Abandono la ciudad por lo que queda de la Porte d’Espagne en dirección st. Michel y Chemin de Saint Jaques. Existen tres alternativas para pasar a España: por St. Michel con menos asfalto, la que sube por Honto (hay una gîte d’etape) –ambas se unen en Vierge de Baikoki- y la de la N-135 por Valcarlos. La segunda es mi opción elegida siguiendo las balizas rojas y blancas del GR-65.
Durante la subida las sombras de las hayas y la niebla anclada en la vertiente septentrional de la cordillera ayudan notablemente en el esfuerzo. En el collado de Bentartea (refugio, humilladero y cruz) la ruta cruza la frontera y entra en territorio español pero las bajadas no aparecen hasta superar el siguiente collado Lepoeder. Impresionantes las vistas hacia ambas vertientes pirenaicas.



A partir de aquí la senda desciende hasta el collado de Ibañeta por el sendero de Gran Recorrido (ahora GR-11) pasando junto al monumento a Roldán. En lo alto del puerto de Ibañeta está la ermita del Salvador y un pequeño centro (chalet) dedicado a la observación de aves (Gurelur). Sólo resta bajar los últimos metros para entrar en uno de los lugares que mejor representan la esencia Jacobea: Roncesvalles (colegiata, museo, iglesia de Santiago, silo de Carlomagno, cruz de los Peregrinos). La visita guiada a Roncesvalles son casi 5 euros, la entrada al claustro y capilla con la tumba del rey Sancho el Grande, poco más de un euro.
Nada de supermercados ni tiendas, sólo algún restaurante donde comer y beber algo. Bajo uno de los arcos de entrada a la Colegiata se encuentra la oficina del peregrino (donde entregan la documentación necesaria, registro y la credencial del Peregrino para aquellos que realizan la ruta por devoción, voto o piedad. Al llegar a Santiago y tras acreditar su paso por las diferentes poblaciones de la ruta mediante la estampación del sello correspondiente, recibirán la Compostela como acreditación de haber hecho la ruta por motivos religiosos. Si los motivos no son religiosos existe otra documentación (certificación del peregrino). No es precisa toda la ruta. Basta demostrar los últimos 100 kilómetros a pie o a caballo o bien 200 en bicicleta.



En Roncesvalles se encuentra el albergue Itzandegia (antiguo hospital de peregrinos anexo a la Colegiata), el hotel Roncesvalles con restaurante, el hostal-restaurante la Sabina–a la salida de la localidad hacia Valcarlos- y los apartamentos Casa de Beneficiados.



Ha sido una etapa dura por el desnivel (suerte que es la primera y estoy fresco) y porque el cuerpo necesita también su engranaje que irá llegando en días posteriores, pero ya estoy metido en faena. Gran ambiente de montaña y magníficos bosques de haya. Ultreia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario