jueves, 11 de agosto de 2011

Chengdu. Una tarde con los pandas


Chengdu es la referencia inexcusable a la hora de programar cualquier viaje por Sichuan. Chengdu es la capital de la provincia, una ciudad que combina la modernidad con 2.500 años de historia. Enclavada en la planicie y dotada con aeropuerto internacional (vuelos directos de KLM a Amsterdam) y con vuelos domésticos que la conectan con Beijing y Shanghai, entre otras ciudades chinas, varias veces al día. En Chengdu se vive bien (según dicen sus más de 12 millones de habitantes), al ritmo de sus teatros, óperas, sus numerosas casas de te, sus bicicletas eléctricas no contaminantes, pero cuidado con los precios del café en el aeropuerto (que puede llegar a 8 euros al cambio). Abundan los hoteles de todas las categorías y alojamientos de todas las clases. Hoteles y restaurantes a buenos precios (sobre todo si los comparamos con el café del aeropuerto…).
Chengdu está situado de forma estratégica, en la planicie pero al pie de las estribaciones montañosas que van elevándose progresivamente y que a la postre conectan con el Himalaya.

En mi última visita aproveché el vuelo directo desde Madrid a Beijing con Air China (10 horas), que llega a la capital china sobre las 5 de la mañana y enlace con el Beijing-Chengdu (2 horas). Al final de la mañana ya estaba paseando por el bonito e interesante centro histórico de Chengdu. Después de comer y tomar  un buen te, tenía toda la tarde para conocer el Centro de Investigación y Reproducción dedicado al Oso Panda (Chengdu Research Base of Giant Panda Breeding). Una primera toma de contacto con los osos pandas a los que iría a buscar al día siguiente.

Panda rojo.
El Centro de Investigación y Reproducción del Oso Panda no es un zoo, aunque a muchos visitantes les pueda parecer. De entrada no hay rejas ni jaulas de por medio. Si recintos acondicionados en los que los osos viven y son atendidos y estudiados en una superficie de 100 hectáreas. Es también la mejor forma de fotografiarlos. Están agrupados por edades en diferentes recintos (crías, jóvenes de diferentes rangos de edad, subadultos y adultos). Los jóvenes son los más activos y por eso son también los más solicitados. Existe también la opción de apadrinar un oso panda.
El centro de estudio funciona en coordinación con la base de estudio para el panda en el valle de Jiuzhaigou.


Pero no sólo osos panda. El Panda Base es importante desde el punto de vista ornitológico con cisnes y diferentes especies de grandes ardeidas y sobretodo las más de 400 especies de árboles que aquí crecen. Cuenta con diferentes carteles identificadores con las principales especies, incluido el famoso Ginkgo y otras especies autóctonas. muy interesante por tanto también como senda botánica.

Túnel de Bambú.
El centro de estudio del Panda está a una media hora del centro de la ciudad (en función del tráfico), y es un lugar que gusta mucho a los habitantes para pasear por sus bosques de bambú o dar de comer a los digamos “miles” de peces de colores en el lago. Lo mejor es ir en taxi, pero para ello se recomienda llevar el nombre del centro y el del hotel en chino (pues será muy muy complicado dar con un taxista que entienda inglés, casi tanto como ver un panda en libertad, como so contaré el próximo día). Este consejo es indispensable siempre que os mováis por cualquier lugar de China (incluido en urbes como Beijing y Shanghai).
 
Cría de oso panda gigante

En este centro existe también el “hermano olvidado” el oso panda rojo y realizan visitas guiadas y de educación ambiental con ambas especies. Fue una tarde intensa, rodeado de un centenar de esos tiernos animales que –como dicen en China- tienen el deseo de dormir un poco más (por aquello de las ojeras) y ser algún día en color (referidos claro está al blanco y negro del panda gigante). Chiste local que seguro os contarán.

Con los vuelos internacionales y el cambio horario, después de la visita era hora de cenar algo pronto y dormir a pierna suelta. Me alojé en el hotel cuatro estrellas Jinn Yu Sunshine, edificio de zonas comunes escasas y servicios justitos pero habitaciones de cinco estrellas. Al fin y al cabo lo que necesitaba era una buena habitación y eso éste hotel las tiene). Después de una cena “occidental” pues fuera de la capital sólo será posible tomar comida china (muy rica por cierto) y por lo general muy picante. Al día siguiente daría comienzo el verdadero contacto con la naturaleza china que venía buscando.

1 comentario:

  1. A mí me fascinaron los osos panda. Son increíbles. Te dejo mi relato:
    http://www.blogenblanco.com/2012/03/esos-simpaticos-pelucheslos-osos-panda.html

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