miércoles, 17 de noviembre de 2010

Al norte del Círculo Polar



Ecotouring. Laponia Noruega, de Alta al Cabo Norte.

La primera vez que pisé Laponia me cautivó. Fue un flechazo instantáneo. Fue en la Laponia finlandesa. Lapland (Sámpi) es un vasto territorio (338.350 kilómetros cuadrados) que ocupa parte de Noruega, Finlandia, Suecia y Rusia. Muchas veces la inmensidad de un paisaje es tan abrumadora que ejerce un poder de atracción fortísimo. Es lo que me ocurrió en Laponia. No son sólo los paisajes de tundra ártica sino sus habitantes, los samis (lapones), y su gran hospitalidad en una tierra de por si extremadamente hostil.






Tras un par de visitas a la Laponia finlandesa iba a haber una tercera –como luego hubo más- a territorio sami, pero esta vez en la parte noruega. Tenía claro que en esta ocasión todo iba a ser diferente y se presentaba una oportunidad de “perderme” diez días en la inmensidad blanca bajo la cúpula de las auroras boreales. Estaba en Noruega realizando una serie de reportajes y, con la inestimable ayuda de Eugenia Fierros, buena amiga y directora de la oficina de Turismo Noruega en España, organizamos a conciencia un recorrido por diferentes zonas de Finnmark para la cobertura y realización de los reportajes.






Con varios metros de nieve sobre el suelo del norte del país desde hacía meses entendimos que logísticamente la mejor opción era la autosuficiencia, es decir, disponer de un vehículo para, de forma libre, ir enlazando cada punto de la ruta. Acababa de descubrir lo que años más tarde se llamaría en terminología turística el touring. Dadas las características del propósito del viaje y el territorio por el que transcurría, yo prefiero llamarlo Ecotouring. Mi primera experiencia de ecotouring pues, a la que luego siguieron otras por otras partes del planeta (y que compartiré con vosotros en su momento).



Para completar el periplo aparte de coche hubo todo tipo de medios de transporte imaginables y formas de desenvolverse en la nieve y el hielo: motos de nieve, trineos de perros, raquetas de nieve, trineos de renos…






La travesía lapona se planteaba en 8 etapas con la culminación de intentar llegar al Cabo Norte, el extremo más septentrional de Europa, a sólo unos dos mil kilómetros del Polo Norte y a 71º de latitud. Y digo intentar porque hubo emoción hasta el final… pero no quiero desvelaros de momento nada.



Te invito a seguir mis pasos en tierra de renos y alces, como tuve la fortuna de hacer yo hace unos años de algunos otros que me precedieron, para que algún día sean los tuyos los que recorran este último territorio salvaje de Europa. Bienvenido a Sámpi.

1 comentario:

  1. "se presentaba una oportunidad de “perderme” diez días en la inmensidad blanca bajo la cúpula de las auroras boreales".... Oh my god!!! cuando tendré yo esta oportunidad??, la espera será mas dulce gracias a tus relatos. Seguiré tus pasos....
    Un beso.

    ResponderEliminar