lunes, 18 de febrero de 2013

1º día. Abu Simbel-Asuán. El lago Nasser


 

 

En 1960 con el inicio de las obras de la gran presa de Asuán se garantizarían las reservas de agua para Egipto, pero las descomunales dimensiones de la presa iban a alterar no sólo el ecosistema del Nilo a lo largo del país, y fundamentalmente en el Delta, sino que, aguas arriba, la represa del río más largo de África iba a tener consecuencias fatales para otros enclaves. El volumen de agua embalsada fue tal que se iba a crear uno de los mayores lagos artificiales del mundo: el lago Nasser, de nada menos que 500 kilómetros de longitud. Bajo las aguas del lago quedarían para siempre sumergidos pueblos y monumentos de la Baja Nubia.

 

Uno de los monumentos afectados era Abu Simbel, una de las joyas del Antiguo Egipto. Se realizaron diferentes proyectos para salvar el monumento y finalmente se optó por moverlo de sitio. Cambiar una construcción de las dimensiones de un templo es siempre una labor compleja y costosa, máxime cuando, en el caso de Abu Simbel, el templo se encontraba además tallado en una montaña (montaña Abu Simbel) y su interior excavado dentro de la roca.

 

Abu Simbel no fue el único, otros 13 templos más se incluyeron en el proyecto financiado por la UNESCO para salvar los llamados templos nubios situados entre Philae y Abu Simbel. En agradecimiento a la participación española en este proyecto, el gobierno Egipcio regaló a Madrid el templo de Debod.

 

Abu Simbel es uno de los máximos exponentes del Antiguo Egipto y decidí que también fuera el inicio de esta Gran Ruta que acompañará al Nilo durante unos 1.500 kilómetros hasta la desembocadura.

 

Los cruceros que navegan el Lago Nasser realizan el recorrido entre la Gran Presa y los templos de Abu Simbel visitando estos templos en su nuevo emplazamiento a orillas del lago.

 

A Abu Simbel llegué en el primer vuelo de madrugada, cuando todavía era de noche. Con las primeras luces del día me hallaba frente al templo de Ramsés II, el mayor de los dos templos de Abu Simbel. A esa hora, éramos pocos los que aquella mañana quedábamos atónitos ante los cambios de color de la roca arenisca. Del rojo al amarillo pasando por todas las tonalidades de naranja. Algunas rapaces asomaban de vez en cuando por encima de la montaña.

 

Frente a la fachada del templo se abre la inmensidad del lago Nasser, con sus  orillas de arena y roca, desnudas, infinitas. Muy pocos son los lugares donde se aprecia el verde, algo muy diferente a lo que ocurre aguas abajo de Asuán, como esa tarde comprobé.

 

Desde Abu Simbel hay que circular en la caravana escoltada que cada día hace el trayecto de ida y vuelta desde Asuán. No se puede circular por libre. El trayecto de 280 kilómetros por buena carretera permite tener un contacto visual con las estribaciones nororientales del Sahara, por donde se abre paso el asfalto. Por momentos montañoso, por momentos absolutamente plano, el desierto ofrece gran variedad cromática.

 

Dejo atrás la gran presa y la presa vieja de Asuán para entrar en la ciudad más meridional de Egipto, una agradable urbe en un entorno envidiable.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Etapas del viaje a la naturaleza del valle del Nilo

 

El valle del Nilo está lleno de vida y contraste. La vida que gira en torno al agua rodeada de la nada y el contraste de todo lo que propicia esa vida y la propia nada que lo envuelve. Dicho con otras palabras, cuatro son los colores que monopolizan el paisaje del valle: el azul oscuro del Nilo, el verde de las palmeras y cultivos que lo flanquean, el ocre amarillento de la tierra yerma y las montañas que se levanta tras las palmeras y el azul claro del cielo egipcio. En otros lugares de Egipto la paleta cromática se completa con negros, blancos y turquesas, pero eso lo dejaré para una segunda futura Gran Ruta de ecotouring por el Desierto Occidental y la península del Sinaí.

 

En este primer acercamiento a Egipto quiero centrarme en el recorrido que, por otra parte, es el habitual en los programas de viaje: El Cairo con crucero por el Nilo. No pretendo con ello, nada más que abrir el ojo del visitante a la naturaleza que se esconde tras los principales monumentos, aportar en la medida que pueda un componente natural a la visitas históricas y arqueológicas de Abu Simbel, las pirámides o los templos de Karnak, por citar sólo algunos sitios. Conocer algo más sobre la interrelación entre la flora, la fauna y la vida en el Antiguo Egipto.

 

Esta Gran Ruta de Ecotouring por el Valle del Nilo me va a llevar pues desde Abu Simbel a El Cairo y para ello utilizaré los medios de transporte que se emplean en estos lugares, el vehículo desde Abu Simbel a Asuán, el barco desde Asuán a Luxor y el avión para saltar hasta la capital egipcia. Por el medio también hay calesas y dromedarios, pero eso a su debido momento. Siempre que he ido a Egipto lo he hecho con la misma agencia y los mismos guías. Varios años después sigo pensando que son los mejores, así que no puedo hacer otra cosa que recomendároslos. Hasta el más mínimo detalle del viaje sale bien con Tawy Tours y todo en español desde el primer momento.

 

Estas serían las etapas del viaje a la naturaleza del valle del Nilo:


1ª. Abu Simbel-Asuán. El lago Nasser.

2ª. Asuán. Arena y granito.

3ª Asuán-Kom Ombo. Los cocodrilos del Nilo.

4ª Kom Ombo-Edfu-Esna-Luxor. La avifauna del Nilo.

5ª Luxor y el Nilo. Amarillo y verde.

6ª El Cairo. El desierto al borde de la ciudad.

7ª El Delta del Nilo. Tocando el Mediterráneo.

viernes, 25 de enero de 2013

Egipto a orillas del Nilo


 

Regreso al norte de África. En esta ocasión el escenario de mi próxima Gran Ruta será Egipto. País siempre fascinante, lleno de historia y misterios pero también de grandes paisajes y gran naturaleza. Es un país grande, así que he decidido comenzar por la columna vertebral del país: el Valle del Nilo. Es muy probable que este recorrido egipcio tenga más adelante una segunda parte.

 

Hablar del Nilo en Egipto es sinónimo de vida, de fertilidad y paisajes austeros, de monumentos y antiguos templos, y de lugares naturales de gran relevancia. Recorrer el valle del Nilo es atravesar el país de sur a norte a lo largo de 1.500 kilómetros desde el lago Nasser, en la frontera con Sudán del Norte, hasta el enorme delta del gran río africano, en el mar Mediterráneo.
 
Como siempre, más pistas y detalles en el próximo post

viernes, 21 de diciembre de 2012

Adiós a las Galápagos entre sus tortugas gigantes


 

Mi visita al parque nacional de las Islas Galápagos iba tocando a su fin. Restaba regresar al punto donde esta corta pero intensa e inolvidable travesía había comenzado cinco días antes. Con las enormes iguanas marinas de Santa Fé todavía en la mente, navegamos  para cubrir las 28 millas hasta la isla de San Cristóbal. Llegábamos a Puerto Baquerizo con la sensación de que regresábamos a la “civilización” galapagueña como paso previo al aeropuerto donde tomaríamos el vuelo de regreso a Guayaquil. Pero antes de abandonar el archipiélago de las Encantadas todavía nos restaba el encuentro con otro de los animales que más se identifican con Darwin y que son tan emblemáticos de Galápagos que dan nombre al archipiélago: las tortugas gigantes o galápagos.

 

La isla de San Cristóbal contaba con dos especies de estos enormes quelonios, una correspondiente a la población norte (Geochelone chathamensis) y otra que habitaba la parte sur de la isla. La primera alberga actualmente unos 1.400 ejemplares mientras que la especie meridional ocupaba un pequeño territorio en torno al cerro Colorado pero se extinguió por la acción de los balleneros que llegaban a la isla. El Cerro Colorado, sigue siendo no obstante una referencia viva para las tortugas gigantes terrestres pues en sus inmediaciones se ubica la Galapaguera Cerro Colorado.

 

Se trata de unas instalaciones centradas en las tortugas gigantes. Cuenta con centro de interpretación y zona de cría y reproducción, además de senderos y las instalaciones de uso público propias de un pequeño centro de visitantes. En el centro se crían tortugas de la especie norteña de San Cristóbal con el objeto de, a los dos años de vida, reintroducirlas en su medio natural en la población del norte. El centro permite conocer además el status poblacional, biología y etología de las 11 especies diferentes de galápagos que habitan el archipiélago.

La Galapaguera Cerro Colorado se encuentra a poco más de 20 kilómetros de Puerto Baquerizo y se accede en un trayecto de unos 40 minutos por sinuosa carretera.

 

Y así, entre tortugas gigantes, me despedía de este paraíso natural con una idea fija en la cabeza: regresaré a conocer otras islas y otras especies de estas islas sin duda Encantadas. Gracias por esos cinco días inolvidables.