viernes, 19 de octubre de 2012

Bahía Gardner, el paraíso terrenal

 

De los 145 sitios de visita que se pueden disfrutar en el parque nacional de las Islas Galápagos, la Bahía Gardner es uno de los que más magia encierra. En mi caso fue pisarlo para confirmarle a mi conciencia de que me hallaba en el auténtico paraíso terrenal. Está manejado como sitio de uso intensivo natural, de modo que es como disfrutar de un día de playa, pero en una playa muy especial.

 

Desde el punto de vista natural el principal atractivo es la colonia de lobos marinos que reside en la playa y que es más nutrida en época reproductora. Las aves también tienen protagonismo aunque en este caso están centradas en tres especies de pinzones de Darwin: una subespecie del pinzón de cactus de pico grande, el pinzón de tierra de pico pequeño y el pinzón cantor. También alguna rapaz.

La bahía es además una zona importante para la reproducción de tortugas marinas.

 

Después de una mañana inolvidable en Punta Suárez en contacto con las grandes aves del parque, el ratito que pasé en compañía de los lobos marinos en ese lugar era tan sólo un aperitivo de lo que me encontré en las arenas de esta bahía emplazada al norte de la isla Española.

 

El escenario es bien distinto. Aquí no hay senderos ni rutas preestablecidas, sólo dos playas contiguas de arenas blancas cegadoras que suman 1,3 kilómetros. Tras el desembarco en mojado (es decir, no hay muelle y hay que saltar al agua al llegar a la orilla), sólo está permitido caminar por la arena de estas playas, pero desde luego no hace falta más para vivir una de las mejores experiencias en la naturaleza que se pueden vivir: bañarse con lobos marinos!!!

 

Viendo el color de aguas, la fina arena blanca, los lobos marinos tumbados impasibles como un turista más ávido de sol… ¿hay mejor playa en el mundo? Muy pocas desde luego.

 

Pasé un largo rato fotografiando los lobos marinos en este escenario natural sin parangón. Les fotografié desde todos los ángulos y desde todas las posiciones; también tumbado junto a ellos.

 

En una parte de la playa se agrupaban algunas hembras con sus crías recién nacidas. Algunas de ellas acababan incluso de parir en ese mismo instante y una nube de fragatas volaban encima de ellas como si de una rueda de buitres sobre un cadáver se tratara. De pronto se lanzaban en picado hacia la playa para tratar de arrebatar la placenta. Un suculento plato de nutrientes estaba en juego y la naturaleza lo había puesto ahí, ante los ojos de las fragatas. Hubo momentos de “tensión natural” cuando las madres trataban de proteger a su criatura… y su placenta. Para mi la experiencia fue inolvidable.

 

Y a estos momentos siguieron los comentados en compañía de los lobos. Me metía en el mar y enseguida me rodeaban, curiosos, y daban pasadas una y otra vez frente a mi, rozándome incluso. ¿Podía haber mayor comunidad con la naturaleza de la Bahía Gardner? Jamás olvidaré aquella tarde en el paraíso terrenal.

3 comentarios:

  1. Y cómo se organiza una visita allí?

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    1. Hola ojjn, la única forma de llegar y visitar el lugar es mediante la contratación de alguno de los diferentes cruceros que operan en las islas Galápagos y que tienen parada en esta isla. En el link del parque nacional que aparece en post de esta gran ruta puedes encontrar los cruceros, su duración y recorridos. Saludos

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