Boumalne
Dadès-Tinerhir-Garganta de Todra-Garganta Amellago-Midelt: 340 km.
|
Garganta y río Todra. |
Todo el relax del día anterior vino bien para tener todas las fuerzas
a punto de cara al día de hoy. No hay gran desgaste de conducción, ni se pasa
por pistas complejas pero si se van acumulando kilómetros para salir del Alto Atlas y llegar al Medio Atlas. Desde Boumalne a Midelt,
dos poblaciones que son referencia en cualquier recorrido por Marruecos y que nosotros decidimos unir
no por el camino mas corto, de cómoda carretera, si no por alguna variante,
como la de la garganta de Amellago,
mucho menos transitada y absolutamente espectacular. De hecho se convirtió en
una de las pequeñas sorpresas del viaje, con su escarpado relieve y los altos
paredones que la encierran. Pero para altura y grandes paredes, antes una
parada obligada en la que sin duda es la garganta de piedra marroquí por
excelencia: la garganta de Todra.
|
La espectacular Garganta de Todra. |
La distancia kilométrica es similar por carretera nacional o por la
garganta de Amellago pero por tiempo, la segunda es algo más larga, sobre todo
porque el lugar se presta a múltiples paradas. Para ello, al llegar por la N10
a Goulmima nos desviaremos hacia Rich por Amellago. En Rich retornamos a la
nacional N13 y subimos a Midelt.
|
Dromedario en el oasis de Tinerhir. |
|
Oasis de Tinerhir |
Garganta de Todra
Pero antes pasaremos la mañana en un oasis maravilloso. Es el enorme palmeral de Tinerhir y la espectacular
Garganta de Todra. Desde Boumalne hasta Tinerhir es casi una gran recta. Al
llegar a esta importante ciudad marroquí remontamos el valle de Todra por bella
carretera de montaña unos 40 minutos, con aéreas vistas del palmeral, hasta la
parte donde éste se estrecha tanto que se convierte en una finísima garganta de
apenas 10 metros
de anchura en su parte más estrecha y unos 200 metros de altura.
|
Fértiles huertas a orillas del Todra. Al fondo la garganta empieza a formarse. |
Es preciso abonar una pequeña cantidad para entrar a la garganta con
el vehículo, que dicho sea de paso no podremos avanzar mucho por buen firme.
Sólo hasta un par de albergues-hoteles (Yasmine, Roches, Maison, de más caro a
más barato dentro de que los tres son económicos y sencillos) y restaurantes.
El lugar es impresionante y desde luego no dudamos en convertirlo en comer en
uno de ellos. Echamos un buen rato cruzando el río y disfrutando de estas
angostas paredes con numeroso putos de colores, que no son otra cosa, que
escaladores desafiando a la ley de la gravedad en la verticalidad más absoluta.
El rojo de la arenisca caliza y el azul del cielo son aquí puros e intensos.
Garganta arriba sólo es practicable para conductores expertos y vehículos 4x4.
La garganta de Todra es sin duda una de las postales más emblemáticas
de Marruecos.
|
Garganta de Amellago. |
Garganta de Amellago
De regreso a Tinerhir es preciso realizar el mencionado desvío en
Goulmima. Enseguida empezamos a entrar en la garganta de Amellago y serpentear
junto al río, que es preciso cruzar en alguna ocasión. El paisaje es más
abierto que el del Todra pero aún así desborda belleza y me sorprendió muy
gratamente. Allí echamos las últimas horas de la tarde para llegar con la caída
del sol a Rich y continuar ya de noche hasta Midelt. Repetimos hotel de la
primera noche marroquí. Parece mentira pero han pasado ya diez días. Mañana
cruzamos el medio Atlas para deshacer camino hasta orillas del Mediterráneo.
|
En ruta hacia Rich. |