Circo de Fuente Dé, en Cantabria. |
Etapa larga y dura pero absolutamente espectacular. Paisajes
glaciares, bosques en perfecto estado de conservación y vistas panorámicas de
ensueño es lo que aguarda en esta jornada. La dureza me lleva a recomendar a
quienes quieran y no tengan prisa, hacer los 9 kilómetros del tramo
entre Fuente Dé y Cosgaya (en realidad la 3ª etapa) disfrutando del anfiteatro glaciar y del bosque de
las Ilces de forma pausada para, al día siguiente realizar la subida hasta el
collado de LLesba y el puerto de San Glorio antes de bajar a Llánaves de la
Reina. Cosgaya y Llánaves de la Reina poseen alojamientos rurales pero entre
ambas localidades no será posible encontrar dónde dormir. También Pido tiene
alojamientos, pero está justo al inicio del recorrido. Esta larga etapa es en realidad fusión de la 3ª y la 4ª etapas.
Si se acomete de una tirada, tal y como recomiendo si hay fuerzas,
preparaos para una etapa inolvidable, de las más bellas de la Gran Ruta. El
inicio en el circo de Fuente Dé con
un día de cielo azul no puede ser mejor presagio de lo que espera en la etapa.
Desde la carretera que baja a Pido, antes de llegar, sale la pista a la derecha
que se interna en un bosque atlántico maravilloso en el que crecen robles,
hayas, serbales, acebos, avellanos, etc. Una de las mejores manchas forestales
de la cordillera Cantábrica. Poco a poco el árbol dominante pasa a ser el haya,
los líquenes (como las barbas de Judas) proliferan por doquier, síntoma claro
de la buena calidad ambiental del hayedo
de las Ilces. Poco a poco, sin apenas desnivel llegamos hasta el pueblo de Cosgaya. De cuya parte alta parte la
pista que remonta el encajonado valle
del río Cubo. La pista –unos 10
km .- no ofrece pérdida posible y salva un desnivel desde
Cosgaya de aproximadamente 700
metros hasta el collado
de Llesba. La primera parte de la subida transcurre inmersa en la densidad
del bosque y en la última parte sale a terreno despejado. Territorio osero y
lobero por excelencia.
Macizo Oriental y Central desde el Collado de Llesba |
El collado de Llesba recibe al senderista extenuado, fatigado, pero el
impacto visual desde este mirador es tal, que el cansancio parece desaparecer
por completo. El collado de Llesba es uno de los mejores miradores de la Gran
Ruta Panorámica, y no sólo de la Cordillera Cantábrica. Se encuentra entre mis
favoritos de la piel de toro.
Junto al collado se erige la escultura pétrea de un gran oso blanco.
Es el monumento al oso (al oso pardo, claro está).
Desde el collado se observa una panorámica imponente de Liébana y de
la muralla rocosa de los macizos central y oriental de Picos de Europa. Incluso
con buen ojo se aprecia la estación superior del teleférico de Fuente Dé, que
se adivina como una mancha de color sobre el gris calizo.
Ciclistas en el Collado del Oso llegando desde San Glorio. |
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