Ecotouring. Vuelta a Tenerife

Tajinaste rojo en el parque nacional del Teide.

Pues llega el momento de desvelar el destino de la próxima Gran Ruta. Creo que con la foto de apertura del post no hace falta dar muchas más pistas… En efecto, será en Tenerife. Como veis no os engañaba con eso de que sería en una isla en la que el termómetro no sabe de estaciones y siempre es una gozada visitarla. De hecho, es en invierno cuando la sensación agradable se magnifica a tenor del mercurio en la península.



Sí, la foto corresponde como bien sabéis al Teide, el techo de España, pero la idea de esta Gran Ruta que hoy comienzo es acercarme al parque nacional del Teide… y a lo que no es el Teide, que es mucho. Nada más y nada menos que circunvalar la isla. Dar la vuelta a Tenerife descubriendo sus espacios naturales protegidos y compartiendo con vosotros las múltiples experiencias y posibilidades que la naturaleza tinerfeña ofrece. En este capítulo, el catálogo de posibilidades es muy vasto, como podéis imaginar en un territorio manejable, bien comunicado y con muy buenos servicios, y que cuenta con una diferencia de cotas de casi 4.000 metros. Muy pocos lugares en el mundo ofrecen una variedad de paisajes tan generosa como Tenerife, desde el nivel del mar hasta los 3.718 metros del punto más alto, ahí es nada. Si, como os decía en un post anterior, la biodiversidad y el grado de endemismos de flora y fauna siempre es más alto en territorios insulares creo que las garantías de un buen destino de ecotouring no pueden ser mejores.

Laurisilva en el Macizo de Anaga

El viaje está estructurado en un total de 12 días (diseñado a partir de incontables viajes a la isla; el próximo día os doy detalle de las etapas) y a lo largo del recorrido se atraviesan paisajes y lugares tan espectaculares como los parques rurales del macizo de Anaga (con sus bosques de laurisilva) y de Teno con sus acantilados, el parque nacional del Teide y el parque natural de la Corona Forestal que lo rodea, patrimonios de la Humanidad, etc. No faltarán volcanes, pinares, mares de lava… y de nubes, cuevas, dragos, barrancos, miradores, playas, calas, piscinas naturales, roques… y en el mar: la infinidad de especies de cetáceos y aves marinas que nunca faltan a la cita en una salida de whalewatching. No me negaréis que, de nuevo, la cosa promete…