lunes, 9 de agosto de 2010

13ª Etapa: Burgos – Hontanas



La meseta en estado puro
31,1 km.


La soledad de la meseta, con cultivos de cereal, caminos polvorientos, el sol acechando desde lo alto y kilómetros y kilómetros llaneando. Azul, amarillo y de vez en cuando el rojo de las amapolas, presiden la nota cromática de la que puede considerarse la etapa tipo del temido peregrinaje estival por la meseta castellana.

La ausencia de dificultades orográficas hace que se avance sin problema y los kilómetros vayan cayendo uno tras otro. Algunos peregrinos sitúan el fin de etapa unos kilómetros antes, en Hornillos del Camino, para, al día siguiente, cubrir el tramo hasta Castrojeriz, pero a mi entender se queda corta en su primer tramo. Una vez en el ajo, no debe ser problema llegar hasta Hontanas.



Me despido del recinto amurallado de Burgos por el arco de San Martín y cruzo el río Arlanzón en busca del primer pueblo de esta etapa llana. Prácticamente desde el inicio los cultivos de cereal son la tónica paisajística. Hasta Villalbilla de Burgos (iglesia de la Asunción) y Tardajos (mapa del Camino en granito –foto-, e iglesia de la Asunción) el verde de la influencia fluvial se deja notar en ciertas partes pero a partir de Rabé de las Calzadas (capilla Nuestra Señora de Monasterio) la cosa se pone amarilla y el aire se vuelve más seco.



El calor me conduce como un imán a la pequeña pero coqueta plaza en la que se encuentra el albergue y la iglesia de San Román, en Hornillos del Camino. Es hora de descansar y tomar algo fresquito en la pequeña terraza donde, como es lógico, algunos otros peregrinos han pensado lo mismo que yo. Allí coincido con un grupo de mexicanos que están haciendo el camino y uno de ellos lleva por sombrero el típico sombrero charro mexicano, de paja eso si. No se si irá muy cómodo pero sombra le debe dar a todo el cuerpo…



El camino es ancho y evidente en todo momento. Siempre bien indicado. De todas formas las referencias de si vamos por el camino correcto son evidentes. Las primeras aparecen al poco de superar Hornillos del Camino. Se trata de cúmulos de piedras a modo de pirámides a ambos lados de la pista. Un poco más adelante, uno de estos cúmulos tiene un humilladero con cruz (foto). Desde el humilladero es visible un oasis verde que aparece a modo de espejismo a la izquierda del camino. Se trata del pequeño albergue San Bol, donde sin dudarlo me refugio en la sombra de sus álamos. No hay otra sombra ni hacia delante ni hacia atrás. También hay fuente.



De nuevo en ruta, una gran recta me lleva a la entrada de Hontanas (iglesia de la Inmaculada). Un bar estratégicamente situado me recibe e invita a descansar mientras de nuevo se impone tomar algo fresquito antes de dejar la mochila en el suelo hasta mañana. El alojamiento se centra en tres albergues (el municipal y dos privados: Santa Brígida y El Puntido), el hostal Fuente Estrella y un par de casas rurales. Llegados a este punto, os recomiendo definitivamente finalizar en Hontanas y no en Hornillos, pues el largo kilometraje se supera sin excesivo problema.




Por la tarde, la procesión de ampollas –en pies ajenos, menos mal- es más que notable. Incluso empiezan a verse tobillos y rodillas vendadas en algún que otro peregrino. Ya me he cruzado con varios vendajes pero siempre de peregrinos que vienen de Europa y llevan ya un buen número de kilómetros. Ahora empiezan a proliferar las vendas “españolas”. Yo me encuentro bien pero esta noche dormiré cruzando los dedos…


2 comentarios:

  1. Buenas Alfonso:
    Me estas haciendo recordar mi camino y ver cosas que igual la bici no me dejo ver. Además me está viniendo muy bien por que me sirve para reafirmar lo vivido.
    Estoy esperando la crónica de Rabanal, pues tengo una amiga hospitalera.
    SALUDOS Y BUEN CAMINO.
    Joaquín P.

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  2. Hola Joaquín, gracias por tus ánimos. Todavía me quedan algunas etapas para llegar a Rabanal. Ya te contaré...

    Es cierto que en bici, generalmente para buscar mejores trazados, se dejan de lado lugares o cosas que sólo se descubren a pie. Pero desde luego tiene otras ventajas.
    Por cierto me está sorprendiendo la cantidad de peregrinos que están haciendo el Camino en bici. Igual algún año me animo.
    Gracias y saludos

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