miércoles, 28 de mayo de 2014

7ª Etapa. Addo Elephant, el mejor final de la Ruta Jardín

En el parque nacional Addo Elephant viven más de 550 elefantes.


En esto de la Ruta Jardín se admiten variantes, sobre todo en lo que respecta a sus puntos de inicio y final. Tal y como he venido contando en los diferentes post dedicados a esta Gran Ruta sudafricana, el recorrido puro sería el que lleva desde Mossel Bay hasta Tsitsikama pero bien es cierto que en no pocas guías o referencias geográficas se establece Ciudad del Cabo como partida y Port Elizabeth como final. Quizá sea también el trazado más práctico.

Facóqueros o jabalíes verrugosos

En algunas bibliografías locales se extiende el final del recorrido hasta Grahamstown, 130 kilómetros al este de Port Elizabeth (siguiendo siempre la N2). El motivo generalmente no es otro que el de incluir el parque nacional Addo Elephant en la ruta. Me apunto a esta idea y sin dudarlo así decidí realizar el recorrido. Una vez hecho, he de recomendaros esta opción pues una de las mayores sorpresas que me he encontrado en mis viajes por el continente negro es el parque nacional Addo Elephant. Algo así como una joyita poco conocida (para los europeos claro). La lista de recursos naturales de Addo Elephant no deja indiferente: posee la mayor concentración de elefantes africanos, y otra sorpresa inesperada: en su litoral (es un parque marítimo-terrestre) se encuentra el mayor campo de dunas del Hemisferio Sur. Si, habéis leído bien. Absolutamente impresionante. Por si fuera poco, en esto de los safaris fotográficos se trata del único parque nacional de África donde es posible observar los Big Seven en una sola jornada (para lo que se requiere sin duda mucha suerte pero por posibilidad no queda). Leones, leopardos, búfalos, elefantes, rinocerontes en tierra y ballenas francas australes (en época migratoria) y tiburón blanco convierten a este espacio natural sudafricano en el único lugar en el que es posible ver a los Big Five terrestres y a los Big Two del mar.

Avestruz con las estribaciones de las dunas al fondo.


Addo Elephant requiere al menos dos jornadas si queréis disfrutarlo pausadamente, una para visitar su parte terrestre y otra para hacerlo por mar. Para llegar a las dunas la entrada natural es Alexandria, pero requiere algo de tiempo pues queda a desmano y es la menos transitada.
Elanio azul.

El sector principal del parque es Addo y también Paterson. En su parte terrestre se trata de un parque sinuoso (sin llegar a ser montañoso) -generalmente cubierto de bush y en el que crecen especies vegetales del fynbos-, y con grandes extensiones abiertas (herbáceas) que hacen las delicias de los herbívoros: cebras, elefantes, búfalos, grandes kudus, y sobre todo alcéfalos rojos se mueven por este hábitat en grandes manadas.

Las pistas principales son aptas para todos los vehículos.
Gran Kudu macho
Alcéfalo rojo.


En el parque está permitido entrar con vehículos particulares tipo turismo pues está bien señalizado y cuenta con pistas asfaltadas en buena parte. Y así entre avestruces y suricatos, embelesado por las múltiples sorpresas de Addo Elephant (un parque en el que el escarabajo pelotero está protegido e incluso hay señales que advierten de no atropellarlos), pongo punto y final a este sueño sudafricano de recorrer El Cabo y la Ruta Jardín. Apostado en la terraza del Gorah Elephant camp, un grupo de cebras se acercan a beber a la pequeña charca situada frente a este lujoso alojamiento emplazado en la zona de praderas de Addo Elephant. La paz lo invade todo y yo me marcho de Sudáfrica relajado y renovado. Sólo resta tomar el vuelo de regreso desde Port Elizabeth a Johannesburgo y de ahí a casa. Volveré.

Si quieres más información puedes encontrarla en español en la Guía de Safaris Fotográficos de Sudáfrica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario