viernes, 13 de agosto de 2010

16ª Etapa: Carrión de los Condes – Terradillos de los Templarios.



Más de lo mismo
26,3 km.


La etapa de hoy recuerda en gran medida a la de ayer. Terreno llano, camino ancho y polvoriento y sombra escasa. Tan sólo una diferencia notable: más soledad y muchos menos monumentos y lugares de interés. Podemos considerarla una etapa de trámite en la peregrinación por la meseta castellano-leonesa. Quizá el mayor interés sea el patrimonio vinculado al imperio romano: los restos de una calzada (Via Aquitania) y una villa con mosaicos bien conservados.

Dejo atrás en la mañana temprano el monasterio de San Zolio y busco sin vacilar la pista donde el Camino deja el asfalto. Está un kilómetro después de cruzar el río Carrión, en la casa del Indiano. El camino carretero es de firme ancho y cómodo todo el trazado (foto) con la compañía de arbolado en contados tramos y palomares dispersos. Se cruzan caminos y alguna carretera menor, pero siempre recto y bien indicado, la ruta no tiene pérdida.



Calzadilla de la Cueza (iglesia parroquial de San Martín) es el primer pueblo que atravesamos cubierta ya más de la mitad de la etapa así que no olvidéis aprovisionaros de agua en Carrión de los Condes. Lo más destacable son los restos de la calzada romana, ahora en recuperación, de la Via Aquitania, que unía Burdeos y Astorga. Cerca, aunque hay que abandonar el Camino por unas horas y retroceder unos 5 kilómetros hacia Cervatos de la Cueza, se encuentra la villa romana de la Tejeda. Es visitable y la entrada cuesta 3 euros. Si no es por interés especial supone añadir casi 10 kilómetros a la etapa (razón por la que hoy estoy colgando el post a estas horas…). En mi caso, a falta también de monumentos y otros lugares de interés en los que entretenerme hoy, tenía unas ganas especiales de conocerla. Me ha recordado viejos tiempos pues como os comentaba ayer, pasé tres años fantásticos de excavaciones arqueológicas en el norte de Palencia y me ha traído a la memoria a su “hermana” la fantástica villa romana de La Olmeda, que visitaba cada vez que podía…

El enclave más bonito de la etapa a nivel de paisaje lo encontramos en Santa María de las Tiendas, a orillas del arroyo de la Cueza e inmerso en un frondoso bosque de ribera. Aquí se encuentra la ermita de la Dehesa, lo que queda del monasterio de Santa María y el hospital del Gran Caballero. Un buen lugar para detenerse a descansar antes de afrontar los últimos metros hasta Ledigos (iglesia de Santiago) y Terradillos de los Templarios (iglesia de San Pedro), fin de esta (para mi) larga etapa.
Terradillos es un pueblo pequeño pero cuenta con lo necesario para aprovisionarse. Albergue privado Los Templarios y albergue privado Jacques de Molay.



Estudiando la etapa de mañana, no se caracteriza por la belleza de sus monumentos precisamente (a excepción de Sahagún y poco más), así que después del kilometraje extra de hoy descansaré un rato más y me pondré en marcha algo más tarde con el objeto de caminar sin pausa sus 30 kilómetros alentado por cruzar el meridiano de la ruta hasta Santiago, ya en la provincia de León.

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