lunes, 20 de junio de 2011

Andorra, la naturaleza intacta del Pirineo

Existen más de 60 estanys. Un momento de relax en el Circo de Pessons.

La primavera se encuentra muy avanzada y la nieve se ha retirado casi por completo. Estoy de enhorabuena, es la Andorra que vengo buscando; la que queda al descubierto tras la retirada del manto níveo y con él los 10 millones de visitantes que cada año llegan al país para disfrutar de la nieve. Yo he venido en busca de la otra Andorra, la verde.

La nieve juega un papel muy importante en el paisaje andorrano preservando su inmaculada naturaleza de forma casi virginal. Cada año, al retirarse el blanco elemento, las montañas sacan a relucir unos recursos naturales únicos, la naturaleza intacta del Pirineo.

Andorra, un paraíso para las mariposas con el valle de Sorteny a la cabeza.

Los meses que tenemos por delante se presentan idóneos para caminar y observar un paisaje natural pleno. No podía faltar pues una Gran Ruta de ecotouring por un país en el que, a la hora de recorrerlo, todo son ventajas. Ventajas logísticas y, lo que es más importante, ventajas medioambientales. Os cuento.

Vasta cobertura forestal y excelente estado de conservación de los bosques.


Hay una serie de datos que dejan claro la privilegiada situación de Andorra en este sentido. A efectos logísticos se trata de un país de reducidas dimensiones (468 km2) en el que todo queda lo suficientemente salvaguardado por el carácter montañoso, pero a la vez todo queda a mano gracias a la buena red de carreteras. Para que os hagáis una idea, podéis realizar toda esta Gran Ruta con menos de un depósito de gasolina (por cierto con la gasolina un 20% más barata que en España, así que os podéis dar la vuelta a Andorra ¡por unos 40 euros!) y llegar al punto de partida de caminatas y excursiones ecoturísticas de forma mucho accesible que en el resto de la cordillera. Las carreteras de Andorra suben alto, hecho que es una doble ventaja a la hora de emprender una ruta a pie, por un lado nos ahorran caminar muchos metros de desnivel hasta alcanzar el objetivo y por otro nos permiten disfrutar más tiempo con aquello a lo que hemos venido a observar, ganando tiempo a las aproximaciones pedestres.
También a efectos de organización se encuentra como valor positivo la proximidad de sus siete parroquias y que en menos de 1 hora podemos cruzar el país de un extremo a otro.
Circo glaciar del Pla de l'Estany, parque natural Comapedrosa.


Desde el punto de vista natural, Andorra es diferente al resto de la cordillera y puede presumir por ello de poseer interesantes valores naturales que lo convierten en un destino único en este sentido. A la diferencia de cotas, con altitudes que van desde los 850 metros (Sant Julià de Lòria) hasta los 2.942 metros del Pico Compadrosa (La Massana), el techo del país, se ha de añadir el hecho de la orientación de sus valles, algo fundamental a la hora de configurar su perfil de biodiversidad. A lo largo de los 550 kilómetros del Pirineo axial, los valles principales están orientados de forma perpendicular a la cordillera (norte-sur) excepto en el valle de Ordesa y el valle de Arán, que se orientan de forma paralela (este-oeste). Los valles andorranos forman una especie de roseta, disponiéndose a modo de pétalos con todas la orientaciones posibles. Este hecho dispara y concentra a la vez los valores de biodiversidad, de forma que lo que en otros lugares del Pirineo llevaría mucho tiempo y distancia para encontrar, aquí se localiza en un abrir y cerrar de ojos. Puedo estar rodeado de la xericidad de un ambiente mediterráneo y, en quince minutos, estar inmerso en un bosque atlántico de ensueño. Ambientes Mediterráneo y Atlántico (eurosiberiano) en un palmo de terreno. Econtono excepcional para la flora y fauna de ambas regiones.
Grandalla, flor nacional de Andorra.


El número 2.000 sería doblemente importante, por ser la diferencia de cotas altitudinales del Principado y por ser la altitud media a la que se encuentra la superficie del país. Una superficie con casi el 95% de su extensión que nada tiene que ver con el asfalto ni las ciudades. Un porcentaje reservado sólo para la naturaleza en estado puro, sus ríos, arroyos y lagos, sus montañas y valles, sus bosques y prados… justo lo que vengo buscando. De regreso a casa después de un par de semanas inolvidables, mañana os cuento las etapas y el qué ver en esta gran ruta por la naturaleza intacta del Pirineo.
La marmota es un habitante frecuente en la alta montaña andorrana.

5 comentarios:

  1. Tengo que confesar que el Pirineo no me queda lejos (Soria) pero no se por qué siempre tiro para el español (y una vez en la parte francesa), así que seguiré con ganas el blog para tomar buena nota de la naturaleza de Andorra, que como bien dices en el post siempre la hemos identificado con el blanco.

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  2. Pues espero que te guste y sorprenda, así ya tienes plan para tu próxima escapada pirenaica. Saludos, Alfonso Polvorinos

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  3. Alfonso me encantan tus posts de Andorra, me he pasado un buen rato leyéndolos todos. Es un país que adoro y que considero casi mi casa, pues mis padres me llevaron a veranear allí todos los años desde que nací. Este verano vuelvo y mi intención es hacer parte del GRP, ya te contaré.
    un beso y a ver si nos vemos pronto
    Kris

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  4. Hola Kris, no sabía yo de tu infancia andorrana... no es mal sitio para criarse desde luego, rodeada de montañas. También tengo intención y ganas de repetir vuelta a Andorra en esta ocasión a pie por el GRP... Gracias por tu comentario y nos vemos pronto (quien sabe, quizá caminando tras las marcas rojas y naranjas). Un beso.

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  5. ahh... y gracias por el seguimiento de los post de la gran vuelta a Andorra, que acaba de empezar! ya queda menos para Sorteny que comentabas en twitter... un beso

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